No sé como titular esta entrada, y no sé como abordar el tema.
Y es que sé que soy solo yo la que se daña el alma al no exponer las cosas.
Pero más vale desahogarme en este momento, y así evitar que después duela.
Prefiero sanar de una vez mi alma y superarme, para no quedarme sola.
Ahora que la vida sigue su curso y las cosas pasan solo porque sí.
Me doy cuenta de que te agradezco por haberme pedido ser paciente cuando en aquel momento yo no supe entender.
Y aunque en este momento sé que lloraré y me enojaré, en algún momento de mi vida volveré a ser feliz.
Por más que el pasado siga queriendo aferrarse a mi piel, o sea completamente al revés.
Ahora que las piezas se acomodan una tras de otra.
Puedo ver entre la neblina y darme cuenta de que así, sola, estoy mejor.
Porque no debo creer en tus palabras cuando ya se volvió algo cierto.
Que tú no me amaste y aun esperabas regresar el tiempo...
No escucharé tus falsas excusas en las que me dices que como malinterpreto las cosas.
Soy más inteligente que tú y puedo leer entre tus lineas.
Ojalá y tu pudieras hacer lo mismo y ver mis matices.
Pero sé que sigo esperando imposibles y que de nada vale la pena...
Ahora finge ser feliz cuando ambos sabemos que por dentro el odio te carcome.
Y yo seguiré superando mis miedos buscando en este mundo a alguien que me valore.
No eres el único que creyó haber encontrado al amor de su vida.
Y te aseguro que después de ti, aun me queda mucho camino para perderme en la deriva.
No me pidas imposibles, ya te expliqué como está la situación.
No esperes que me trague el orgullo solo por ti.
Si sabes que fue lo que hiciste, entonces para qué me preguntas.
Ahora es tiempo de que aprendas a vivir sin mi.
Yo ya me fui...
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