The Gringotts

Entra, desconocido, pero ten cuidado

con lo que le espera al pecado de la codicia,

porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,

deberán pagar en cambio mucho más,

así que si buscas por debajo de nuestro suelo

un tesoro que nunca fue tuyo,

ladrón, te hemos advertido, ten cuidado

de encontrar aquí algo más que un tesoro...


26 de enero de 2010

The Imagination

Nunca había sentido los roces de tu piel.
Tampoco había sentido tus labios presionar los míos.
Fantasías eran a lo que recurría cuando imaginaba tu cuerpo dormido junto a mí.
Me gustaba como había creado tus brazos, tus labios, tu silueta.
Tenía fijo cada detalle de tu físico.
Puedo aún recitar de un tirón tus medidas correctas, y tu peso exacto.
Los tonos que arrancaban los días soleados a tu oscuro cabello eran memorables.
Tu risa era un despliegue de sensaciones que enchinaban mi piel.
La profundidad de tus ojos me hacía perderme en el cielo.
Tu voz sonaba a protección y calidez.
El sonido de tus pasos en las escaleras, escabulléndote dentro de la habitación para sorprenderme, agitaba los latidos de mi corazón.
Tus sonrisas provocaban un efecto dominó en mi rostro.
Al tomar tu mano podía sentir tu calor corporal, el cual siempre me defendía en el invierno.
Admiraba tu determinación y forma de concentrarte al trabajar, inclusive durante los fines de semana.
Tenías un corazón puro que irradiaba felicidad y me hacía sentir bien conmigo misma.
Cuando tenía un problema, estabas ahí para escucharme
Y más que nada resolverlo, aunque a veces yo ni cuenta me diera.
A veces, solo guardabas silencio, pues yo ya sabía que hacer.
Y aunque supieras que no era la mejor desición, me dejabas seguir.
Para aprender de mis errores y poder abrazarte.
Me consolabas cuando me faltaba apoyo, y fé en mí misma.
Tenías una forma de saber cuando algo no estaba bien, y necesitaba llorar.
Sabías calmar mis ansias, y hacerme ver que todo pasaría.
Y me susurrabas: ¿Para qué preocuparse?
Y la verdad es que, a tu lado, no me preocupaba de nada.

Y sin embargo, un día la fantasía se esfumó.
en mi mente ya no se escuchaba el eco de tu voz respondiendo a la mía.
era un simple vacío al cual ni siquiera la oscuridad podía llegar.
Ya no había recibimientos en la puerta de la casa.
Ni celebraciones especiales por ningún motivo en particular.
Tampoco existía ese crujido de las escaleras que me indicaban que estabas ahí.
Ya nadie dormía junto a mí en la cama, y me abrazaba todas las noches.
No había más paseos en el parque, ni tampoco juegos traviesos de niños de primaria.
Algo había pasado.
Algo que aún no logro decifrar.
Creo que finalmente decidí dejarde jugar a que todo era posible con solo cerrar los ojos, y bloquear al mundo.
Creo que finalmente decidí salir a buscarte.
A encontrarte en esto que la gente acostumbra llamar "el mundo real"
¿Existirás aquí?